Tras varios años de rumores, Netflix por fin llega a España. Lo hace
rodeado de esa especie de fascinación que despiertan en los mentideros
especializados este tipo de compañías que triunfan al lado del charco y con las
consiguientes especulaciones sobre si el modelo de negocio que levantaron allí
en 2007 se puede extrapolar a nuestro país.
Durante estos días, varios de los responsables del gigante del streaming
de vídeo han mantenido encuentros con la prensa en Madrid donde han explicado
parte de sus planes para el desembarco en el mercado español. Al
parecer no va a ser tan explosivo como muchos se imaginaban, pero tampoco se
quedará en pólvora mojada. La filosofía de la plataforma de crear su propio
contenido tiene mucho que decir pero también puede ser un importante lastre a
la hora de coger tracción en España.
Sin sus puntas de lanza, se busca cabeza de cartel
Vayamos por partes. En primer lugar, cabe señalar que sus dos grandes
puntas de lanza no estarán disponible en Netflix España. Ni ‘House of
Cards’ ni ‘Orange is the new black’. La razón no es otra que cuando
lanzaron estas dos series solo se reservaron los derechos de emisión para los
países en los que estaban presentes o en los que tenían planes cercanos de
desembarcar. En España, se lo vendieron a Canal +, ahora en manos de
Telefónica.
Eso otorga a la compañía de César Alierta preferencia a la hora
de comprar los derechos de las próximas temporadas. O sea, o renuncian o
estas dos producciones quedan fuera de la plataforma.
A toro pasado, es muy fácil decir que la decisión acabó siendo un fallo,
pero en su momento muchos habríamos optado por algo similar teniendo en cuenta
que no se podía prever el enorme éxito del formato ni los plazos concretos de
cuando llegaría a España. Pero si nos preguntamos por ‘House of Cards’
también deberíamos preguntarnos por ‘Juego de Tronos’, ‘Shameless’ o ‘Big Bang
Theory’ (por nombrar algunas). El mayor reto de Netflix es precisamente eso:
una buena cabeza de cartel que atraiga en un primer momento al mayor número de
‘devora series’.
Series de principio a fin: un ecosistema completo
El espectador que ha olvidado la televisión tradicional y se ha
entregado al ‘lo que yo quiero, donde quiero y cuando quiero’ es también, en mi
opinión, un descubridor. Aunque a veces lo haga por recomendación de terceros,
es alguien que también acaba una serie y empieza a coquetear con otra.
Aquí cabe mencionar el mantra de las ‘temporadas completas’:
nada de una sola temporada o un par en todo caso como en otras plataformas. La
serie del principio al final. Es decir, que si consigue atraer en un primer
momento al usuario este disfrutará de un ecosistema, aunque limitado al
principio, de contenido exclusivo y más importante, completo.
Esto tiene dos posibles lecturas: por un lado, la de reducir la
fustración que alguien siente al consultar el catálogo y no ver la serie al
completo. Por otro lado, se crea un entorno de contenido continuado en el que
se reducen las posibilidades de ‘salida’ hacia otra plataforma.
La distribución en el sector audiovisual
Es cierto que, de primeras, que un 80% del catálogo sea de producción
propia y el 20% de terceros puede acabar haciendo que la oferta sea un poco
escasa. Pero también esa apuesta clara puede servirles para romper las
rígidas ventanas de distribución del sector audiovisual, que muchas obliga
bien a esperar demasiado tiempo hasta que el producto llega a una plataforma de
tarifa plana o a apostar por un ‘pay per view’ que muchas veces resulta
demasiado caro.
No hay que olvidar que Netflix nació en Estados Unidos, donde muchos
como la HBO prefieren seguir vinculados a los operadores de televisión
por cable, un elemento muy arraigado en la cultura ‘yankee’, como ventana
de distribución. Además del contenido propio, donde han firmado con gente como
Adam Sandler para que protagonice varias películas, cuentan con varios acuerdos
clave como el que suscribieron con Marvel, lo que supone un punto extra con
títulos como ‘Darevil’.
Precios dentro de la lógica
A falta de que se desvelen los precios finales, parece que el
plan intermedio costará unos ocho euros, en consonancia con el resto de
mercados de nuestro entorno. Habrá otros dos planes, pero todo apunta a que
serán precios dentro de la lógica. Reconocen que no han sido los primeros en
llegar al mundo del ‘streaming’ pero aseguran que pueden ofrecer algo diferente
a los actuales actores.
También afirman que, lejos de perjudicarles, la existencia de
competidores previos como Yomvi y Wuaki.tv ha creado una cultura del
‘streaming’ que no se encontraron cuando llegaron a América Latina. Sea como
sea, parece que hay que esperar los movimientos de Netflix y aguardar que
nuevas sorpresas reserva para su debut en España.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Triunfará Netflix en España o no? ¿Qué es
lo que más os gusta y qué es lo que echáis en falta?
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